En una época en la que las nuevas tecnologías han permitido que millones de ciudadanos puedan trabajar desde cualquier parte del mundo con plena eficacia, sin perjuicio del lugar en dónde se ubique físicamente la sede de la empresa u organismo para el que prestar los servicios, resulta ridículo y absurdo que a Iñigo Errejón se le suspenda provisionalmente de empleo y sueldo, por no sentarse durante ocho horas en el pupitre de la Universidad de Málaga; y no haber comunicado por escrito, pero sí verbalmente, que lo haría a distancia, al disponer de la autorización expresa de su supervisor.
Se comenta, y nadie duda de que sea cierto, que son insoportables las presiones que las autoridades de la Universidad de Málaga está recibiendo de destacados miembros de la Junta de Andalucía, de la que dependen económicamente, presidida por la que a su vez es presidenta del partido socialista, que ya tuvo ocasión de intervenir personalmente en este asunto. Susana Díaz debería de emplear mejor su tiempo y dedicarse a acabar con el paro y la pobreza en Andalucía, perseguir con el mismo vigor a los centenares de corruptos y ladrones de guante blanco integrados en su partido, y abrir una investigación en profundidad para saber a dónde iban a parar los millones de euros destinados a los cursos de formación, entre otras cosas porque es dinero público, y es preciso saber en qué bolsillos se quedó.
Es llamativo que los medios de comunicación controlados por los partidos de la casta, que son casi todos, se plieguen a los intereses de PP/PSOE, y destaquen como noticia de portada algo que es un tema menor, circunscrito a un expediente administrativo aún pendiente de resolverse definitivamente. No olvidemos que tanto El País como El Mundo, en una situación económica crítica, han permitido que el Gobierno de Rajoy cambie a sus directores, bajo la amenaza de que en otro caso no les dejarán respirar; en otras palabras, han vendido sus editoriales al partido de la corrupción por un puñado de lentejas, y ahora tienen que pagar los favores.
Lo que preocupa en el expediente abierto a Iñigo Errejón son las formas y no el fondo. Porque no se cuestiona que hubiese realizado su trabajo, que eso es lo importante, sino en dónde lo desarrolló. Y todo se ha hecho en un tiempo record e inusual, a sabiendas de que ya había comunicado, y por escrito, que cesaría el próximo 15 de diciembre, por no disponer de tiempo para llevarlo a cabo ante su nuevo nombramiento en la dirección de Podemos. Era necesario resolver los trámites iniciales del expediente antes de dicha fecha, ya que después no tendría sentido suspenderlo de un empleo que ya no tenía, y ya no sería noticia.
Si toda la munición que tienen contra Podemos es ésta, no convencerán a nadie, y su persecución implacable y ridícula producirá el efecto contrario al perseguido. Los partidos de la casta siguen sin enterarse de nada, han perdido su capacidad para regenerarse, continúan utilizando métodos indecorosos para perseguir a sus enemigos políticos, y muy pronto serán historia. Podemos es el futuro por mucho que se empeñen en ignorarlo. Cerrar los ojos ante la evidencia es una forma de morir políticamente, y van camino de conseguirlo.
(Publicado en elplural)